Hoy voy al concierto de Auryn. Dicho esto, pinchad aquí para escuchar la banda sonora del post de hoy.
¡Diablos claro que la canción no es de Auryn! Es de un grupo australiano al cual me motiva
notablemente escuchar e inunda de júbilo mi alma.
Aunque sí es cierto que hoy voy al concierto de la boy-band esta que os
vengo comentando. Y no voy porque me gusten ellos, sino porque me invita mi bella
y talentosa amiga Marta, que es bailarina en la gira, y voy a aplaudir el zarandeo de su curvilíneo cuerpo al son de refrescante
música pop. Wow.
Honestamente, no me gusta en absoluto Auryn, pero… ¿y qué si me gustase? ¡Heart, Heartbreaker!!!!!! ¡¿Quéeeeeeeeee pasa?! ¿Ya no molo? ¿Decepcionaría a
alguien? ¿No sería tan cultureta o interesante? No intentéis
negarlo, porque es algo que pensamos todos.
¡Bienvenidos al mundo del postureo!
La música, el cine, los hobbies, la ropa…al parecer existen una serie de
factores que resultan ser fiables indicadores de qué tipo de persona somos. Y
antes de que me vilipendiéis, sí, yo soy la primera que he pecado de
prejuiciosa en incontables ocasiones. Pero quiero eliminar este réprobo hábito
de mí y de todos los que estéis invirtiendo vuestro tiempo en leer éste mi blog
ahora mismo.
Ciudadano Kane, De Aquí a la Eternidad, Cautivos del Mal, El Maquinista de
la General… ¿quién ha visto estas pelis? ¿Quién las ha visto porque de verdad
estaba interesado en verlas? ¿Quién porque quiere poder decir que las ha visto
cuando surja la ocasión en alguna hipstercharla de Malasaña/(barrio moderno de
tu ciudad)?
Apocalipsis Now, El Padrino (I, II y III), Casablanca, Taxi Driver, 2001
Una Odisea en el Espacio, Blade Runner… ¿en serio las has visto, eh tú? ¿Seguro? ¿Todas?
¿Sí? ¿Seguro? ¿Ligero rubor?
Vale, igual las has visto. Yo las he visto. ¿Y qué hacemos con la gente que
no lo ha hecho? ¿Quedamos para contemplarles con cara de sorpresa, prepotencia y
decepción?
¿Que te gusta ir sol@ a esa pequeña sala de cine de tu ciudad a ver pelis
de autor en versión original dices?
Por cierto, ahora mola escuchar Radio 3, para los aletargadillos que no lo sepáis
todavía.
Y esa cantada que me he pegado al principio poniéndoos una canción de un
grupo de indie rock australiano… bien, ¿no? De hecho cuanto menos conocido sea
el grupo, o más raro, o provenga de países más remotos (véase electro rap-rave de Ciudad
del Cabo), o cuantos más años hayan pasado desde que murieron sus
componentes... ¡pues mejor que mejor!
¿Qué pasa con la música comercial? ¿No puede ser buena? Pobres Coldplay, Muse, the Killers, Franz Ferdinand…con lo que nos gustaban hace tres o cuatro añitos...
¿Y qué pasó con Copito de Nieve Jackson? La espichó e instantáneamente surgió toda una oleada de gente en la que brotó un desatado amor por su música. ¿Qué pasa, que antes no
era buena? Y todos los Jackson fans ofendidos... “claro, ahora le gusta a todo el
mundo, a mi es que me gusta de siempre, no porque esté de moda”.
Con los libros más de lo mismo. No me vale que leas Ken Follet ni ningún
otro tipo de bestseller que pueda encontrarse en cualquier estantería expuesta al
público general. Autores japoneses, o clásicos como Golding, Fitzgerald,
Sallinger… o políticamente incorrectos como Bukowski… me valen, ¡aunque Thomas Mann y
su Montaña Mágica se llevan la palma, of course!. Y dos o tres libracos Taschen
colocados estratégicamente sobre la mesa de centro construida con palets
restaurados, por favor.
¿Que dices que no escribes, ni pintas, ni tocas la guitarra, ni eres DJ, ni
tienes novelas gráficas? ¡Suerte con eso!
Y no entro a hablar de la ropa, que da para otro post enterito.
¿Y con todo esto qué quiero decir? Que está muy bien que nos guste
determinada música, cine y literatura aceptados y bien considerados por entendidos,
modernos y culturetas, pero... ¡el postureo desgasta!
Porque yo soy la primera que se siente identificada con todo lo dicho
anteriormente y… ¡ME REBELO! Y NUNCA PENSÉ QUE DIRÍA ESTO, PERO…
…he visto la trilogía de Los Juegos del Hambre y la disfruto, y mucho, y
estoy deseando que salga Sinsajo parte II y ver qué pasa entre Peeta y Katniss
<3; idem con Divergente, Bajo la misma Estrella, el Diario de Noa y unas 10
más del mismo arquetipo; cada vez que veo Hachiko lloro; tengo El Diablo Viste
de Prada en dvd; me gusta Pereza y me sé todas las canciones de memoria y hasta
he rayado los discos de tanto escucharlos a lo largo de mi vida; en ocasiones
configuro Spotify en Sesión Privada para que nadie sepa que estoy escuchando a
Enrique Iglesias y su “Bailando” y otras muchas canciones fucking comerciales
de los 40 principales cuando me apetece echar unos dancings en casa delante del
espejo; por supuesto que tengo toda la discografía del Canto del Loco; fui al
concierto de Julio Iglesias con mi madre y lo disfruté; he visto “A tres metros
sobre el cielo”, varias veces; me compro la Cuore; de vez en cuando veo Tele 5;
a veces salgo por San Nicolás; escucho Beyoncé mientras me maquillo y adoro ponerme
tacones porque me hacen sentir esbelta y maravillosa; y sí, sí, sí, sí, ME
ENCANTA Harry Potter, tengo todas las películas en DVD versión coleccionista y todos
y cada uno de los libros, hasta los frikilibros que lanzan a modo spin-off o el
diccionario de términos de la saga y tal, y SÍ, esta Nochevieja me disfrazo de Bellatrix
y lloro, ansío, muero de ganas por que llegue el momento de asir mi varita mágica e ir
gritando Expelliarmus y Avadas Kedavras (viviendo al límite) por la calle a todo
viandante que se cruce en mi camino.
Culpable.
Y sería interesante que vosotros también comenzaseis a confesar como perros en forma de comentarios, a ver si hay valor...
Y sería interesante que vosotros también comenzaseis a confesar como perros en forma de comentarios, a ver si hay valor...
oLÉ!
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